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descripciones de tanta variedad e imaginación, ¡qué dará un kilómetro arriba o abajo para el paseo de la torpe cafíonera! Pues todos coinciden en algo, había caído un veranón en aquel septiembre del 41 y la gran barcaza encalló. De no ser así sin duda llegan a Coca, pues los soldaditos de aquí se dieron muchas mafias para correr de espaldas y para esos días ya los teníamos contando historias y recibiendo honores en Quito. Quienes aguantaron enEdén soltaron cuatro tiros ala cafionera ycuando ésta respondió, de los pocos quedaronmenos, pues alguno se metió en la selva y no quiso salir hasta que los zancudos y gusanos lo estaban acabando. De todas formas, recuerda que tampoco los peruanos sacaban mucho pecho; a los primeros disparos dejaron el timón y se escondieron como aves, la famosa cafíonera bajaba ala deriva. Así que tal para cual, los guerreros sonmuy feroces cuando no hay guerra. Los misteriosos lanceros nocturnos del Villano Coneste tercero va la vencida y dejaremos el caso en colorín colorado este cuento se ha acabado. No sin antes observar esta guerra desde otro punto, en el río CUraray, donde los peruanos llevaron su conquista hasta laboca del Villano; todavíahoy sepuede ver las excavaciones hechas para sus trincheras. Esos surefios hicieron como el perro, dieron buenos bocados, agarraron la pieza de la parte más alta y dijeron después, "está bien, no vamos apelear, negociemos". Por supuesto no soltabanpara nada los dientes. Pero en ese preciso punto tocaron pepa, dieron con hueso. No habían encontrado resistencia por el Curaray, en haciendas o puestos militares ecuatorianos, y cuando tenían el baile en lo mejor les tocó sacar a la más fea. Sucedió por las noches: soldado que salía a evacuar, pescar o lavar sus cosas erasorprendidoporunas silenciosas sombras desnudas armadas con lanzas. Incluso más de un centinela amaneció tieso, empalado en lanzas emplumadas. De poco servía que gastaran los cartuchos disparan– do a la selva, nunca vieron de frente al enemigo, el oírlo no hacía sino aumentar su pavor. Para entonces los cancilleres de ambas naciones estaban negociando 111

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