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TIERRA ANEGADA Se va el agua dejándonos el lodo y algunos árboles ahogados. Así la papaya cuyas raíces no aguantanel aliento lo suficiente como paraesperar el vaciaje de la inundación; enseguida abandonan sus grandes hojas como manos inertes sobre el tronco. También la yuca se habrá podrido, si es así ya están al acecho las vacas flacas de los indios, ¿quién hará ahora el milagro de transformar el agua en chicha? Afalta de palomas enmi arcadePompeya sueltouna gallina que vuelve al rato con un gusano en el pico. Es, aunque el gusano no estémuy seguro de ello, un símbolo de paz. Yahvé tensará bajo el cielo un puente con dos boas de colores, ese arco iris sostendrá las nubes para que no se desplomen. Vuelven las aguas a su cauce, el arca regresa a su condición de casa, mas el lodo permanece; sólo las lluviasborraránestehedordelos potreros, esa repentina vejez o ceniza sobre la hierba. No tardará. Ya están las hormigas de la lluvia haciendo romerías y peregrinaciones pidiendo más agua. TIRO AL BLANCO-MESTIZO Se ahoga la papaya yva apique el Ministro de Educación. También en el Congreso está el tiempo revuelto, el Gobierno no acierta a nadar guardando la ropa. Salen a naúfrago por mes, más o menos cada luna nueva estrenan un Ministro, todos con cara de luna llena, pero ya con las barbas puestas previsoramente en remojo. Sonlos signos de los tiempos indicándonos que se acercan las eleccio– nes, están apocomás de un afio; como quien dice ala vuelta de la esquina. Hasta entonces, si la oposición mantiene la mayoría en el Congreso, el 101