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fuera de la casa. "Ahora tal vez puedas seguirviviendo", me dijo; ya estaba amaneciendo. Pauchi es unbrujomalo, esas piedras que tiene escondidas lehacen así. Nos contó cómo encontró una de ellas, es muy peligrosa; por un lado le da mucho poder pero también le domina. La piedra puede exigir comida y le maneja de tal forma que el brujo obedece como un pajarito ante la serpiente. Pauchi la encontró un día que caminaba de cacería, solo por la selva. En un momento escuchó silbar a sus espaldas, se volvió pero no vio anadie. Apenas dio unos pasos y sonó de nuevo el silbido más cerca, pero nadie asomaba. Pauchi comprendió que era algún supai y al voltearse por tercera vez vio una piedra en medio de la trocha, bailando. La piedra bailaba ante sus ojos dando saltos y vueltas, llena de vida. Pauchi debió correr alejándose de allf pero le pudo la curiosidad y el deseo de poseer algo tan poderoso. Ahora él mismo está en manos de la piedra y se ha vuelto un hombre muy peligroso. Posdata Los brujos amazónicos no solían disfrutar una vejez tranquila. El temor que suscitaban generaba odio, a veces le acompañaba la envidia logrando una mezcla explosiva y poco apropiada para envejecer con lentitud. Pauchi vive tiempos más secularizados y quizá eso le salve. Sin embargo estos años hemos conocidos por acá varias muertes de brujos, desde ellanceamiento huao alos brujos del Curaray al despiece deEdelico Hualinga en Sani isla. Tal vez tengamos enPompeya la ocasión de añadir un santo más a su particular martirologio. En otro sentido, el aprecio por los yachac alcanza a devotos inespera– dos. Basta un botón de muestra: hace apenas un mes las Escolapias que dirigen el colegioMiguelGamboa dieronparte a la autoridadmilitar de un cuantioso robo, les habían soplado los flamantes ordenadores adquiridos bajo el reinado del gran Roque, uno de sus títulos de justificado orgullo. Los especialistas de la Inteligencia Militar escucharon con gravedad el informe, extremaron la exigencia para recoger hasta el mínimo indicio, sospecha, barrunto, presunción; acontinuaciónseestrujaronlasmeninges ynos obsequiaron con la última versión del huevo colombino. Enviaron a 94