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gran Napo que ahí la dejó olvidada para ensuefio de los animales y despensa humana. Mafiana ocurrirá en una carretera del petróleo, una plataforma o, peor, bajo una piscina para deshechos petroleros. Los muertos que todavía permanecen en sus urnas tiemblan con un sonar de huesos que sólo los indios perciben. ¿Quién podrá convencer a los guías ciegos que esta tierra está llena de ánimas, espíritus y vida? La tierra es parte de nosotros, -aseguraban los viejos para la posteridad, es decir, para el olvido- nosotros la alimentamos al morir y ella nos da la vida como se la regala al maíz. La tierra estalla de vida, los animales suelen andar por ahí gritando de alegría por esta razón. - Ése es un lenguaje interesante pero poco serio -me dice el petrolero con la inconmovible sonrisa de superioridad de todos los conquistadores, si nos hubiéramos mantenido en él todavía estaríamos danzando des– nudos. - Desde luego no son las palabras de la ciencia, pero ¿acaso le parece más civilizado el desprecio y la ignorancia de todo un largo pasado?, ¿por qué está tan seguro de pisar un terreno de salvajes donde no hay nada que aprender, ni menos que rescatar? - Bien, nadie me ha demostrado lo contrario hasta hoy y tampoco es mi oficio dedicarme a consideraciones culturales. Mi trabajo es producir riqueza, de eso vivimos usted y todos. En cualquier caso, si cree que hay por aquí algo valioso, por favor, háganoslo saber y procuraremos respe– tarlo. ¿Valioso?, ésa es la palabra mágica o piedra filosofal, única capaz, si no de detener, al menos para desviar de un cementerio indio su apresurada carretera, ¿será valioso a sus ojos este informe montón de fragmentos cerámicos que recogieron entre la g~da húmeda? Algún obrero todavía bromeó removiendo los pedazos con el pie, "¿no habrá oro en estos muñecos?", pisoteando al mismo tiempo un polvo ceniciento, una sombra que fue hueso, espíritu, vida, y amó (hace de ello 6 6 9 siglos) una palabra olvidada que ahora decimos "luna". 2. Hemos sufrido un largo verano en la selva, pero ya quieren venir las lluvias. Durante días hubo pasa de nubes hacia las cabeceras; de la 84