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librarse de la ventolera; la plata es un gusano que se come las mejores frutas. Nadie está inmunizado. -La coca selvática es ésta-señala el runa-, tiene las hojas más pequeñas que la cultivada para producción. Vea estas dos rayitas blancas que van de uno a otro lado de la hoja, es donde carga la droga. También yo he puesto ante mi casa, por curiosidad, unas matas de coca. Crecen con la inocencia de las plantas libres. A menudo me gusta observar en sus hojas la aparición de esas venas mágicas y transparentes como los sueí'ios. NIÑO YQUILLA Su papá labró en ese cedro la vocación de canoa que todo árbol sueña en la ribera. Acá los árboles pocas veces mueren de pie, mejor les gusta irse con una creciente al último viaje. En el niño nadie tuvo que despertar su condición viajera pues él nació, como la corriente de sus venas, navegante. Cuenta aún muy pocos años, pero ya están solos el gran río y él. Con el brazo largo de su remo pelea a cuerpo limpio contra la corriente o, de pronto, se deja llevar por ella cabalgándola en su oscura quilla como sobre el lomo de un bufeo. El niño se ejercita en el río de su vida que va a ser agresivo o indolente sin aviso. Quienes lo observan desde laorilla y son extraños lo creen en constante peligro, mas para él es un desafío habitual pues toda su vida es una aventura.Navega desnudo, sólo precisa quilla y remo; así vivirá, ligero de equipaje como los hijos del agua. ...al fin se pierde, río arriba, entre los dundos tendidos sobre la corriente. A su paso las grandes hojas son manos moviéndose al viento de la atardecida; algunas, ya amarillas, caen despidiéndose al paso de la quilla. 76