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grande como una fuente. El brujo aún tuvo fuerzas, con la muerte adentro, para escupirle palabras envenenadas al tiempo que le alcanzaba en el rostro con un puñado de su propia sangre. Enseguida se derrumbó, decía César, ymis hennanas lo machetearon y botaron los trozos en alimento a los peces por acabar así con sus maldadas. Pues para ese rato nos había brujeado y muerto a dos en la familia. La muerte no fue benigna con Federico, no sé la vida. El sacerdocio es un muy arriesgado oficio entre los runas. PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO Todos los días el misionero cavaba en la selva y en cada alma como en un campo de trabajo. Le habían enseñado a ganar el pan con el sudor de su frente y a segar, aveces solo, la abundante mies de los olvidados. Tenía un amo amable, mas no por eso menos severo, que llevaba muy en cuenta los denarios entregados y esperaba a su tiempo exactos dividendos. Pero sucedió una vez que el misionero descubrió un tesoro allí donde nunca hasta esemomento lo había visto: la vida indígena sin tiempo, entre el dolor y la alegría; la muerte sin prisa; la encantada naturaleza; el poder de una palabra llamada libertad. YDios paseando entre las sombras de la atardecida... Entonces corrió avenderlo que tenía, despidióse de padres yhermanos, abandonó como un lastre su seguridad, fue y compró aquel campo. 35

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