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FEDERICO HUALINGA: SACERDOTE YMÁRTIR Por unos días hemos tenido alos seminaristas de Coca conviviendo con nosotros en Llunchi isla. Tal vez por contraposición su presencia trajo a mi recuerdo esta historia de Federico. Hijo del gran brujo, músico y poeta Venancio Hualinga. Brujo él también, soltero por vocación divina. - Yo soy como sacerdote o padre Dios. Seguramente hablaba con propiedad al decir esto porque tenía más de encargado de culto, de ejecutor de sacrificios o instructor en la sabiduría, que de enviado o mensajero. Federico perteneció a la casta sacerdotal del Antiguo Testamento más que a los apóstoles de los nuevos tiempos. Por tanto, fue un solitario. La familiaridad con lo sagrado no ayuda a hacer amistades, más bien segrega. Los runas pueden rendirle su ignoran– cia, su miedo e impotencia pero no su corazón. El sacerdote vaga por la selva, consumido por un fuego devorador que ellos nunca sintieron, a la caza de los espíritus de la verdad y de la vida. Esta obsesiva dedicación de todas las horas es algo que no pueden entender y lo que a sus ojos los deshumaniza. Federico era así. Vivía como un asceta en su quebrada solitaria. Hablaba con Dios en muchas lenguas: en la voz del chiru o de la caña, en el bejuco de los sueños ycon laBiblia. Siguió siempre una tiránica voz que le urgía a caminar por donde nadie pisa, ese filo varonil pero dudoso del hombre sin compañera. Meses atrás desapareció, nadie supo de él. Más tarde un niño contó en la escuela que cierto día, mientras ponía anzuelos, vio cómo mataban al brujo junto a la playa. Los runas, ·incrédulos, rastrearon el lugar y encontraron pequeños despojos humanos. El niño dio más detalles, después César Machoa confesó la historia. Había esperado en la ribera a Federico que venía solo, remando. El brujo al pasar ante él le miró fijamente como sabiendo que ése era el final de la surcada. Desdemuy cerca le disparó al costado ypudo ver el agujero 34

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