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inhóspitos. El papá de Kemperi (vean cómo se trenza esta confusa historia) robó una mujer taromenairi y con ella tuvo varios hijos antes de que desapareciera; también Inihua (padre putativo de Alejandro) tiene familiares entre ellos. Los taromenairi han sido siempre la amenaza del sur, sólo que en estos últimos años la ansiedad que causaban habían sido sustituida por la producida por los tagairi, más cercanos y, a pesar del parentesco, igualmente impenetrables al contacto de sus familiares "civi– lizados". ¿Ha ocurrido en los últimos años alguna fusión o aniquilamiento desconocido por nosotros que ahora ha quedado al descubierto merced a las incursiones malamente civilizadoras de Babe? Eso parecen decimos. 21. Una hipótesis como un salto en el vacío Yohue decía a Lino: ellos son como nosotros, huaorani, sólo que saludan de una manera distinta ¡deyé, deyé! y emplean algunas palabras diferentes. Los integrantes de la desgraciada partidapara la devolución de Omatuki describen de parecidamanera la forma de hablar escuchada. Por supuesto nada está claro, no existen todavía datos sino para una acrobacia sin red. Eso mismo hago ahora. Para terminar, sefíoras y señores, vean almono que hace media oel más difícil todavía. No hace falta advertir que eso no es historia, sino circo; pero, puestos en ello, ¿por qué no damos una voltereta? Pensemos porunmomento enel grupo tagairi, cadavez más acorralado y maltrecho, con una fuerte disminución al menos de sus principales hombres. Tagaemurió a fines del 84 y su grupo liquidó aAlejandro e Inés. Según parece atacó de nuevo ala compañía en el Tigüino y sufrió diversas bajas. Entretanto los taromena, también muy reducidos en número, han ido subiendo por las tierras del interior muy poco pobladas todavía hoy. Iban buscando mujeres, es decir, sobrevivencia. Si no fueron al sur es porque allí se topan con otro grupo, según estos cuentos numeroso y agresivo, cuyo nombre no he podido averiguar, de ellos dicen que se pintan casi todo el cuerpo con achiote. Omatuki habría contado que en cierta ocasión uno 148

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