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nos interesan más. ¿Cuándo ocurrió todo eso?, en tiempos de los 'durani' (antepasados), esto es antes de mi abuelo, contesta un huao. Más allá de su abuelo está siempre el diluvio, la prehistoria. Con mucha probabilidad en ese relato se amasan muchas historias, o por decirlo de otro modo, toda una saga de hechos a través de varios siglos de luchas épicas por la sobrevivencia. Ya lo dijimos arriba, ese pueblo legendario, unido y numeroso en tierras más ricas, ha sido empujado sucesivamente, por diversos caníbales o cohuori, hacia las inhóspitas lomas del interior. Por la necesidad de fragmentarse en grupos, más móviles y reducidos, capaces de subsistir como cazadores y recolectores, pues la agricultura en ese terreno no produce lo suficiente para mantener grandes grupos permanentes, aparecen los clanes. No es el momento de fatigarles con las muchas vueltas de este ovillo, aunque sí de constatar que uno de los primeros grupos que aparece en los relatos es precisamente el de los taromena o taromenani o taromenairi, cuyo líder-si queremos llamarle así- fue Taromenga. Aparecen aliados a otro grupo, los huifiatare, conocidos éstos como grandes corredores, numerosos y rápidos para el ataque, una vez realizado huíanmuy lejos. Se adornaban con las plumas azules del pájaro huifiá. Los taromenahacen su aparición enmedio de grupos que ya no existen, destruidos por las guerras internas o externas, saqueados por el tiempo tanto como por sus enemigos. Taromenga, si podemos hacer caso de tan febles fuentes, vivió a primeros de siglo. Con su gente habitaban las cabeceras de unos riachuelos que van a dar al Perú, más abajo del Nashifio. Desde entonces conocen entre los demás grupos una feroz reputación: son grandes guerreros, jamás conocen el miedo y se entregan a la pelea sin retroceder jamás; sus lanzas son tan gruesas y clavan tantas en las víctimas que les quiebran hasta los huesos. Otro detalle singular aprecian varios relatores: nuncamatan alas mujeres, sino que se las llevan consigo. Como es natural, entre pelea y pelea, la vida encuentra distintos modos de trepar entre las lanzas; entre estos grupos, tanto como en cualquier otro se trata de una enredadera que engancha sus zarcillos en las lugares más 147

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