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historia hay algo muy real e instructivo. Muestra cómo en una reunión de técnicos petroleros alguienpuede quizá bromear (pero entodo caso de una maneramuy realista, presentándolo como cierto) con el aniquilamiento de un grupo indio y no se da una sola protesta, por el contrario a todos les parece una propuesta regocijante. Y, por descontado, nada absurda. 11. Profecía en suspenso No ha sido escasa en estos afios la cosecha de la muerte dentro del reducido grupo. A Huifiari lo acabó una serpiente, Nampai cayó abatido por un árbol cuando tumbaba la selva. De los iniciales tagairi, ¿quiénes siguen en pie?, acaso Huaihua. Según la muchacha es el más viejo y enojado. Babe prometió regresar con Omatuki el próximo domingo, 26 de septiembre. Si la entrega se hace con éxito puede pensarse en el final de un largo aislamiento, aunque no se pueden descartar del todo otras reacciones. Sabemos que los contactos externos siempre han producido fuertes confrontaciones internas, pudieran repetirse apesar de estar ahora el grupo demasiado debilitado. Quisiéramos que las moscas golosas no acudieran en tropel apanal de tan rica miel; curiosos, guías turísticos con necesidad de camazas excitantes, reporteros en busca de la foto impactante, antropólogos sin causa a la vista. Ojalá tarden todos un poquito. Algo aprendimos también los misioneros. Conversé con Patricia sin recelos; estábamos de acuerdo en no lanzarlanoticia alos vientos. Deberíamos colaborarjuntos en apoyo de este grupo, algo asíintentóhace afios Alejandro conunestilo ecuménico poco apreciado por la competencia. De nuestro lado no dijimos una palabra a nadie, mas la comunicación huaorani funciona con tal eficacia que para la noche del domingo ya me1lamaban de Quito preguntándome por la aparición. Y ya se sabe que los videntes están siempre a la que salta. 134

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