BCCCAP00000000000000000001193

La castidad exige una respuesta personal de humildad y de esfuerzo, más que un empeño o movimiento de superación, en el mismo sentido de amor, pero exige esta castidad consagrada, sobre todo, una capacidad de fe que ayude a liberarse de la tiranía de amor "egoísta y posesivo" y a alimentar un servicio ferviente y decidido por el Reino. Castidad y vida fraterna ( constitución 171) Nos atenemos al título con el que se hace preceder la constitución 171 que, en el punto 1, presenta las exigencias de una madurez afectiva, la que hace posible la entrega a los demás en razón del Reino. Dice así el punto 1 de la constitución 171: "La maduración afectiva y sexual recorre gradualmente el camino de la conversión del amor egoísta y posesivo al amor oblativo, capaz de entregarse a los demás" 21 • La maduración afectiva y sexual, meta o medio natural básico y elemental que ayuda a la superación del amor egoísta y posesivo, permite dar el paso hacia el amor oblativo y universal. El amor oblativo, en cuanto amor universal, tiene y tiende los brazos abiertos, sin cerrarlos jamás a alguno por sí mismo; el corazón se abre directamente a todos aquellos que el Señor cruza en el camino y el Hermano se presenta como "hermano universal" que, de tener preferencias, las tiene con los más limitados y olvidados. En cuanto amor simplemente oblativo, acepta a los demás, como venidos de las manos del Señor, es decir, como Hermanos, respeta su autonomía de carácter, los ama como son, con afecto personal y delicado, renuncia a toda posesión o "poder" sobre los mismos, les sirve gratuitamente, sin buscar recompensas ni compensaciones, y dispone a sacrificarse por ellos 22 • 21 " ... fino a un amore capace di donarsi agli altri"; es la traducción italiana que hace desear una expresión castellana que diera a conocer que se trata de entregarse... 22 Véase, Congregación para los institutos de vida consagrada y para las sociedades de vida apostólica, Potissimun institutioni 13. Escribe Jesús Espeja sobre el amor gratuito y la lógica del poder: "El voto de castidad se vive entonces como la opción por el otro que tiene derecho a nuestro amor en todo caso, por el voto de obediencia el yo supera el individualismo y fructifica en un proyecto comunitario", ESPEJA,J., El coraje de futuro. Cuando.flaquea la esperanza, Madrid 1995, p.109. 91

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz