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LOS TRES CONSEJOS EVANGÉLICOS DE CASTIDAD, POBREZA Y OBEDIENCIA (Cap. XI, IV y X) Nos proponemos, con la redacción de las presentes notas, presentar unas anotaciones u observaciones a los capítulos XI, IV y X de las Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos, titulados respec– tivamente: "Vida de castidad consagrada"; "Nuestra vida de pobreza" y "Nuestra vida de obediencia". Buscamos, como decíamos ya en un precedente estudio 1 , primero, destacar los principios o bases doctrinales que sostienen las disposiciones contenidas en las dichas Constituciones y, luego, reflexionar la acomodación y adaptación de esas mismas concretas disposiciones a la realidad de la sociedad de cambio en la que vivimos y de la cual somos decididos actores, para terminar por quedarnos, de acuerdo con la pretensión principal y final de este estudio, con las valoraciones evangélicas, ofrecidas en clima o clave de espiritual francis– cano-capuchina, en respuesta a los signos de los tiempos, como podrían ser la inculturación de la vida religiosa 2 y la fidelidad creativa. Comenzamos estas notas con una primera consideración que busca dejar bien asentado que, aunque la profesión pública de los tres consejos evangélicos constituye el empeño característico de toda vida consagrada, ciertamente en su peculiaridad "carismática", esta misma vida consagrada se caracteriza y tiene como finalidad el seguimiento de Cristo3. ARA, S., El patrimonio espiritual de los Hermanos Menores Capuchinos. Las Constituciones, capítulo JI. La formación de los Hermanos, pendiente de publica– ción en Estudios Franciscanos. 2 Véase AA.VV ., La vita consacrata. Un carisma da riscoprire nel/a chiesa comunione-misione, Padova 1994, p.25 ss.: Riacculturazione dei consigli voti. Escribe Aubry: "JI quarto contenuto essenziale della vita consacrata e la professione publica dei tre consigli evangelici. Spesso e presentato come il primo contenuto, perché colpisce esteriormente di piu e costituisce dalla fine del 12º secolo l'oggetto ufficiale dci "voti" della professione. Una lettura superficiale dei testi conciliari e postconciliari potrebbe anche dare questa impressione, appena viene dimenticato 8 1