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ejemplo de vida respetuosa de los demás y gozosa, por lo que supone la presencia de esa diversidad de hombres, tan distintos, a quienes con este testimonio de aceptación de su modo dé ser, trabaja como levadura evangélica de fraternidad en clima de realidad de vida. En otros capítulos y números de las Constituciones se hablará de la tarea del capuchino como evangelizador, anuncio de la Verdad de Cristo. Se lee en la constitución 98,1 y 2: 1. "San Francisco conoció por divina inspiración que había sido envia– do para reformar a los hombres con una vida nueva. 2. Por esto, al inaugurar una nueva forma de vida evangélica, aunque él ya no perteneciera al mundo, permaneció no obstante en él y quiso que también su Fraternidad viviera y actuara entre los hombres para testimo– niar con obras y palabras el gozoso mensaje de la conversión evangélica". San Francisco permaneció en el mundo, dando testimonio de su amor a Dios, el Gran Amor y Padre, al hombre, el gran Hermano, y a los demás seres, criaturas de Dios, compañeras entrañables de viaje, pero con tan diverso destino. El HermanoMenor Capuchino, viviendo en este mundo, enamorado de Dios, del hombre y de toda la creación, se transforma en levadura, testimonio evangelizador, mediante el encuentro, fraternidad, que le lleva, se nos va a decir en los números siguientes, a convertirse en mensajero de paz y salvación y testigo de esperanza. Los puntos finales de la constitución 98,3 y 4, son así. Sirven de introducción a estas realidades de paz y salvación, alegría, y de reto de testimonio de esperanza de los que se ocupan los números siguientes, 99 y 100. 3. "Por lo tanto, también nosotros partícipes de su misión, vivamos en medio del mundo como levadura evangélica, de modo que los hombres, al ver nuestra vida fraterna informada por el espíritu de las bienaventuranzas, reconozcan que ha comenzado ya entre ellos el Reino de Dios. 4. De este modo estaremos presentes en el mundo para servir al Dios vivo y, en caridad, humildad y franciscana alegría, promoveremos la paz y el bien en beneficio del mundo y de la Iglesia". 73