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PRESENTACIÓN Recurro, de nuevo y por tercera vez, en poco tiempo, a la colección OPI, a fin de hacer posible la publicación de estas páginas tituladas "El patrimonio espiritual de los capuchinos", en expresión del canon 578, vulgarmente carisma. Son unas páginas escritas ya hace bastante tiempo. Presentan el material recogido durante la situación vivida, siete largos años de servicio en la Secretaría de la Orden, y ordenado en horas robadas a un servicio, preferentemente, de cura pastoral parroquial. Tratan sobre el contenido de las actuales Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos, y lo hacen bajo el denominativo o título de patrimonio espiritual o carisma. Buscan, según vengo insistiendo y repitiendo en distintas y diversas ocasiones, destacar las valoraciones teológico-espirituales, que se reflejan en esas mismas Constituciones, la adaptación de la normativa, contenida en las mismas, y de esas valoracio– nes teológico-espirítuales al momento de cambio vivido, y también señalar las concreciones normativas más destacadas y aquellas necesitadas, a mi juicio, claro está, de nueva formulación o de colocación en otro código legislativo. La redacción de estas páginas responde a una posición de juicio crítico que puede resultar polémico. No va hecha con miras a una ilustración espiritual abstracta, sino más bien ascética y bien concreta, y en empeño de actitud creativa de una nueva normativa que se sitúe en el presente. Lo confieso así de llanamente, desde un principio y a partir de las primeras páginas, siendo consciente de que, de no hacer y dar este aviso, pudiera ser 5