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terminando, en el punto 3, con unas observaciones de carácter profunda– mente ascético-espiritual 73 • Dice el punto 1 de la constitución 87: "Los hermanos enfermos tengan presente nuestra condición de herma– nos menores". Los enfermos no se consideren un peso ni se sientan culpables de la preocupación que originan a los demás Hermanos. Se juzguen necesitados del servicio de éstos. Por ello se dispone en los puntos 2 y 3: 2. "Dejen el cuidado de sí mismos en manos del médico y de quienes los atienden, para no violar la santa pobreza en daño de la propia alma, y, además, den gracias por todo al Creador. 3. Recuerden que, mediante las molestias de la enfermedad y del decaimiento libremente aceptadas, son invitados, según la propia voca– ción, a una más completa conformidad con Cristo paciente, de cuyos dolores procuren experimentar un poco en sí mismos con piadoso afecto; imiten a san Francisco que loaba al Señor por aquellos que, conforme a su santísima voluntad, soportan pacíficamente las enfermedades y las tribulaciones. Recuerden, asimismo, que, completando en la propia carne lo que falta a los padecimientos de Cristo redentor, contribuyen a la salvación del pueblo de Dios y a la evangelización de todo el mundo y pueden fortalecer la vida fraterna". Vida fraterna y clausura ( constitución 88). "Promozione della vita fraterna e clausura", escribe la versión italiana del texto de las Constituciones. Y, en efecto, el punto 1 de la constitución 88 se preocupa de animar a los superiores a promover la vida fraterna, pero en su peculiaridad de vida común. Los siguientes puntos se preocu– pan de invitar a promocionar y fomentar la vida fraterna, también en la peculiaridad de vida común, más correcto vida en común. De entrada, al tratar de reflexionar este número 88 de las Constitucio- 73 ¿Consideraciones, todas ellas a recoger en un Manual de enfermos y no tanto en un texto de Constituciones? 49