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Francisco de Asís y quienes le ayudaron en la elaboración de la Regla que es reflejo de la peculiaridad del carisma originario, identidad, no se desconectan del pasado en este esfuerzo de descripción del camino que lleva a la santidad a través de las vías de la fraternidad, siempre de iguales en dignidad, pero, diversos por el origen, la capacidad y las funciones a desarrollar, aspectos que califican a la persona y le permiten ser ella misma 57 • La fraternidad no es un grupo, no se confunde tampoco con un voluntariado. Tiene las virtudes y exigencias del grupo y del voluntariado, uno de cuyos rasgos es el de la pertenencia 58 que, en el caso de la vida fraterna evangélica es algo más que un dato de mera sociabilidad. Consiste en habernos valorado y visto, nos dirá la constitución 84, 1, dados los unos a los otros como hermanos y dotados de dones diferentes, mas no en orden a realizar unos proyectos sociológicos 59 • 57 "Es verdad que la identidad es algo muy personal y privado; es el nombre mismo de la persona, algo que está hecho "a medida" para el individuo, único-singular– irrepetible. Pero al mismo tiempo significa siempre ponerse ante los demás, no sólo para afirmar la propia individualidad y diferenciarse de las masas, sino ante todo para captar esa misma identidad propia. Queremos decir que en este fatigoso proceso de búsqueda del yo, nadie está nunca solo, ni se encuentra simplemente auto-contemplándose o... inventándose de la nada, sino que se busca y se encuentra también a través del otro y de los otros, observando su vida y su testimonio, aprendiendo de la experiencia ajena mediante la relación interpersonal". AA.VV ., El presbítero en la Iglesia hoy, Madrid 1994, p.54. 58 Véase GARCIA-MONGE, J.A., Comunicación y relaciones interpersonales en el interior del grupo, en Sal Terrae 83 (1995) 1O 1ss. "En la pirámide de necesidades de Maslow, la necesidad de pertenencia ocupa uno de los lugares primarios en la dinámica del ser humano. La pertenencia tiene que ver con la satisfacción de la necesidad de comunicación, de apoyo sentido, alimentado y nutritivo de formar parte de algo y ser alguien en ese todo. El panorama actual, dentro de la sociedad de consumo, atomizada y anónima, nos habla del hombre masa, del aislamiento y la soledad como característica de la cultura macro urbana, y de la necesidad de contactos significativos que nos permitan realizar una de las necesidades más profundas del ser humano: la necesidad de comunicación... " Ibídem, p. l O 1-102. 59 Véase la Relación del Ministro General, Flavio Roberto Carraro, al Capítulo General ordinario electivo LXXXI, en AO 110 (1994, 29, y, en otra perspectiva, McFAGUE,S., Modelos de Dios. Teología para una era ecológica y nuclear, Santander 1994, p.149 y más en particular 257ss. 41

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