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Es a partir del nacimiento de las comunidades monásticas cuando la Iglesia empieza a manifestar y desplegar su celo en favor de los fieles que se reunían para compartir su vivencia de la fe o experiencia de Dios y, desde luego, su encuentro de Hermanos, -lo de mayores y menores que forman una convivencia fraterna, vendrá después- en comunión de vida y de caridad 51 • La fraternidad no se reduce, pues, a un compartir la "cotidianidad" de vida y de acción. Los religiosos, más en particular, los franciscanos se encuentran convocados y reunidos en grupo, fraternidad, para poder expresar su comunión en Dios, experiencia de Dios, y su capacidad de relaciones humanas, superadas, entre seres sociales, verdad recogida en la expresión "comunión de vida y caridad", realizada en misión evangélica. Nos lo recuerda el punto 4 de la misma constitución 83: "De esta manera, no sólo progresa en la libertad la dignidad humana de los hijos de Dios, sino que también se acrecienta la eficacia apostólica". Es decir, quienes viven en Orden de Hermanos, en fraternidad 52 encuentran en esta forma de vida, por el hecho de haber sido creados sociables, el lugar y las circunstancias que les permiten vivir la sociabilidad, realidad también sobrenatural, del hombre creado a imagen y semejanza de Dios uno en la Trinidad 53 , y les permite constatar cómo crece el vigor de la propia obra apostólica. Que la fraternidad es un algo más que un encuentro sociológico y 51 Así se traduce a la versión castellana de las Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos la expresión latina "in communione vitae et caritatis comercium fraternum". 52 Para una interpretación actualizada del valor fraternidad, véase VELASCO, J.M., El malestar religioso de nuestra cultura, Madrid 1993, p.229, donde se afirma que la fraternidad es algo más que un encuentro de Hermanos. Véase el capítulo 11: La eclesialidad cristiana bajo la forma de fratemidad,ibidem, p.293ss. 53 Cfr. CIARDI, F., Koinonia. Itinerario teologico-spirituale della comunita religio– sa, Roma 1993, p.283ss.: "La comunita come compito e impegno. La dimensione antropologica della comunita". Páginas que ponen de relieve que, si el individuo es necesidad, la persona es libertad, p.285; recuerdan que el mandamiento del amor no es algo sobrepuesto, p.286, y destacan la incidencia de la pedagogía divina en la educación... 38

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