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"Las diferentes clases de trabajo se acomodan a cada uno de nosotros de forma diversa, según las capacidades de cada uno y de los dones particulares de· Dios". Se olvida con demasiada frecuencia que no son los Hermanos quienes deben acomodarse alos trabajos, sino que éstos deben ser pedidos, como deja establecido bien claramente la constitución 77,1, "según las capaci– dades de cada uno y los dones particulares de Dios" 2 3. No vale decir que la obediencia "hace milagros". Tratando del voto de obediencia escribe el decreto sobre la renovación de la vida religiosa: "...los religiosos, con espíritu de fe y amor a la voluntad de Dios, obedezcan humildemente a sus superiores según la norma de la regla y de las constituciones, empleando las fuerzas de la inteligencia y voluntad, así como los dones de la naturaleza y de la gracia... Así, la obediencia religiosa, lejos de menoscabar la dignidad de la persona humana, la neva, por la más amplia libertad de los hijos de Dios a la madurez. Los superiores, por su parte,... dóciles a la voluntad de Dios en el cumplimiento de su cargo, ejerzan su autoridad con espíritu de servicio a sus hermanos, de suerte que expresen la caridad con que Dios los ama. Gobiernen a sus súbditos como a hijos de Dios y con respeto a la persona humana, fomentando su sumisión voluntaria... Lleven a los religiosos a que, en el cumplimiento de los cargos y en la aceptación de las empresas, cooperen con obediencia activa y responsable. Oigan, pues, los superiores de buen grado a sus hermanos y promuevan su colaboración para el bien del instituto y de la Iglesia... " (Perfectae caritatis, 14) El punto 2 de la constitución 77 da el contrapunto a fin de evitar un aferrarse a la propia especialidad, cuando dice: "Aceptemos los ministerios y servicios en cuanto estén de acuerdo con 23 Sobre el respeto de la: capacidad o "gracia de trabajar" de los Hermanos vuelve la constitución 78,4. Son demasiados los superiores mayores, loc~les y Hermanos que dan la impresión que "gozan", ;a la hora de los traslados, buscando Henar los huecos a toda consta, y de no atender, al pedir o dar un traslado o servicio, ni tener en cuenta la aptitud y pericia de cada Hermano, sin apartarlos del trabajo para el que están especializados. 19