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quizá, podrán ser recordadas, con distinto acierto, y ofrecidas en textos de carácter estrictamente espiritual y con cierto matiz sublimado 11 9 • Recurso a los ministros ( constitución 166) La constitución 166 recoge y recuerda un tema muy singular y muy querido para san Francisco: el derecho a observar la Regla 120 • Presenta otro tipo de conflicto, también interior, que la citada constitución 166 expone y resuelve así: 1. "Aquéllos que, por razones personales o circunstancias externas, se ven en la imposibilidad de observar espiritualmente la Regla, pueden, e incluso deben recurrir al ministro pidiendo confiadamente consejo, estímulo y remedios. 2. Y que el ministro los reciba y ayude con fraterna caridad y solicitud". Se pueden verificar circunstancias que, realmente, hagan imposible la observancia espiritual de la Regla, aunque nos inclinamos a pensar que esa imposibilidad, en realidad, se refiere a la materialidad de la observa– ción de la misma. Hoy dada nuestra mentalidad tan abierta, personalista, en el buen sentido de la expresión, responsable en la libertad, distinta de un pasado, y supuesta la nueva conciencia de quien sabe ver en la ley y la norma no sólo su valor impositivo, sino la oferta de un medio de realización personal, quizá, conviniera hablar, no tanto de conflicto de conciencia, sino de situación algo extraña que es misión del legislador prever, avanzando algunas posibilidades de vías de solución. El padre Grández, quien hace una bellísima y espiritual exposición doctrinal en tomo a la constitución 166, afirma que "realmente es para gozar que un legislador se atreva a hablar así. Palabras que suenan a desafío, pero no a soberbia... 121 • Nosotros hubiéramos sido también 119 Conste la confesión de sincera admiración y agradecimiento por todas las expre– siones y textos de san Francisco, fundador y maestro de espíritu. La confesión puede servir de ayuda para entender mejor la posición dubitativa frente al acierto de inclusión de tales expresiones en un texto legislativo, comprometido con la regulación de las conductas "normales de vida". 12 º 2R 10,14; IR 5,4; 6,lss; 7,15; 16,5; 2Cel 118 121 GRÁNDEZ, R.M., o.e., p.260 152