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El oficio o servicio del ministro o superior requiere la capacidad de saber asumir el peso de la propia responsabilidad. La fraternidad debe apreciar y hacer propia la dinámica de la democracia, que es diálogo y corresponsabilidad; debe ser consciente, a unmismo tiempo, que no se rige por el principio de la decisión democrática, sino por el deseo del segui– miento y cumplimiento de la voluntad de Dios. Por ello se exhorta, en el punto 5 de la constitución 157, al superior que ponga empeño en estimular a la guarda fiel de nuestra vida, súplica indirecta a fin de que no se limite a cuidar el buen funcionamiento de las casas y cosas de la fraternidad. Con mirada abierta y en actitud franciscano-capuchina de fidelidad a la Iglesia y la Jerarquía, fomente en todas partes el bien de la misma Iglesia o Pueblo de Dios. Dice textualmente el punto 5 de la constitución 157: "Los ministros pongan empeño en estimular a los hermanos a la guarda fiel de nuestra vida y a fomentar en todas partes el bien de la Iglesia". Concluye la constitución 157 con estas palabras contenidas en el pun- to 6: "Promuevan, por el bien de toda la fraternidad, la coordinación de .todas las fuerzas, especialmente las de aquéllos que desempeñan en la casa cargos particulares". Es decir, de aquéllos que han sido llamados a un puesto "inferior" en la escala de los menores o servidores de la fraternidad. Animación espiritual ( constitución 158) El número 158 de las Constituciones presenta también una serie de cometidos importantes, lógicos y altamente espirituales. Puede que se eche en falta en este número, como en el anterior, una mayor claridad en el uso del término superior o ministro. Por otra parte, no siempre se distingue ni evidencia el cometido del ministro o superior mayor y el del ministro o superior local. "Corresponde a todos los ministros el deber de administrar a los hermanos la palabra de Dios y proveer con diligencia a su conveniente instrucción y formación religiosa" 100 • 10 ° Constitución 158, 1 139