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Las Constituciones de los Capuchinos inician sus observaciones en torno al trabajo con un número, el 75, dedicado a resaltar la dignidad del trabajo. Continúan con la enunciación del principio, recordado por el Papa Juan Pablo II, "el trabajo es el medio fundamental de nuestra subsistencia y práctica de la· caridad" 5, y hablan de la importancia y finalidades del mismo. Los números siguientes al 76 hasta el 82 son anunciados con estos titulares, al margen: Clases de trabajos, número 77; especialidades en el trab'ajo, número 78; trabajos fuera de casa, número 79; retribución del trabajo, número 80; recreación y vacaciones, número 81 y valor del tiempo, número 82. Presentamos cada uno de estos números y su contenido, seguidamente. Pero, antes me detengo, para sugerir, más que para reflexionar, algunas cuestiones que podríamos juzgar previas y que pueden afectar, en general, a todos los números y sus contenidos y, en algunos casos, de forma muy particular a un determinado número y contenido. Constatamos, en primer lugar, el acierto de las Constituciones, en cuanto texto legislativo, al no haber perdido tiempo y calidad en dar definiciones del trabajo. En efecto, nunca ha sido fácil, y menos hoy, dar una definición del trabajo. Leyendo y tratando de interpretar a Juan Pablo 116, se ha escrito: "Todo trabajo es una actividad, pero no a toda actividad le llamamos trabajo. Ver, oír, son actividades, pero no diríamos que son trabajos. Divertirse, jugar, son actividades, pero tampoco las contamos como trabajo. En general, se puede decir que llamamos trabajo a cualquier actividad que se relaciona con un fin predispuesto, o que quiero poner, mientras que no son trabajos aquellas actividades que no persiguen un fin exterior a la acción misma. En terminología clásica, no es trabajo la actividad que tiene el fin en sí, y es trabajo la actividad que, de un modo u otro, tiene un fin fuera de sí" 7 • Constitución 76, 1 6 Laborem exercens, O 7 AL VIRA, R., ¿Qué significa trabajo?. Un análisis filosófico, en Estudios sobre la encíclica Laborem exercens, BAC 492, Madrid 1987, p.185, donde se explican los dos modos fundamentales según los cuales una actividad humana puede tener un fin externo a la actividad misma. 1 2
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