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Autoridad como servicio ( constitución 156) El modelo de toda obediencia es Cristo que se da al Padre y entrega a la misión de salvación de los hombres. Respeta también el orden estable– cido y sabe convivir y compartir como ninguno la dinámica del grupo. Proclama el mandamiento del amor mutuo desde la perspectiva del servicio que supone el lavar los pies. Desde esta perspectiva de servicio, la constitución 156 establece en los puntos 1 y 2: 1. "Cristo no vino a ser servido sino a servir; para demostrarlo, lavó los pies de los apóstoles y les recomendó que hicieran lo mismo. 2. Por eso los ministros, siervos de los demás, no ejerzan la autoridad como señores, sino sirvan a los demás hermanos, proporcionándoles con el ejemplo y la palabra espíritu y vida". Los superiores son los primeros que deben vivir la idea de la presencia activa del Espíritu Santo en la Fraternidad y cada uno de los Hermanos y confiarse a la disponibilidad de todos por la unción del mismo Espíritu Santo el cual instruye e instruirá en todo momento 96 • Es entonces cuando los superiores podrán, tras haber escuchado al Espíritu y sentirse los primeros obedientes de Éste y de la Fraternidad, servir a sus Hermanos, proporcionándoles, con el ejemplo y la palabra, espíritu y vida. Solicitud de los superiores ( constitución 157) "Los ministros, debiendo dar cuenta a Dios de los hermanos que les han sido confiados, presidan sus fraternidades con caridad, poniéndose de buen grado como ejemplo de los mismos" 97 . La primera solicitud, cuidado o diligencia de un superior es la de ser ejemplo para la fraternidad que sirve y preside, en razón de la caridad o amor de Dios y al prójimo que anida en su corazón y se hace testimonio 96 Véase CANTALAMESSA, R.,L 'obbedienza, Milano 1986, p.5ss.: Un rinnovamento dell'obbedienza "nello Spirito". 97 Constitución 157, 1 137

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