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significativa, dejan de pertenecer a la Orden, instituto, y se debilita la situación patrimonial. La administración extraordinaria comprende dos clases de actos, bien calificados, presentados y tipificados por el canon 638,3: la enajenación propiamente tal y los actos por los cuales la condición patrimonial puede sufrir perjuicio. Se da también un acto de administración extraordinaria, siempre que los gastos sobrepasan el fin y el modo de la administración ordinaria 84 • La constitución 73,1 dispone: "Consultados los superiores mayores o, si el caso lo requiere, las Conferencias de superiores mayores, el ministro general con el consen– timiento del definitorio establezca, según el diverso valor de la moneda, la cantidad límite más allá de la cual los superiores mayores deben solicitar el consentimiento del Consejo o la licencia del superior, que habrá de darse por escrito, para contraer válidamente obligaciones, enajenar bienes y hacer gastos extraordinarios". En realidad, lo que así se regula es la administración, en la acepción de gasto extraordinario. También la enajenación propiamente tal que, en cuanto operación en la cual puede sufrir perjuicio el patrimonio, entran aquí los contratos, requiere y exige, bajo pena de nulidad, la licencia del superior mayor quien, a su vez, tiene necesidad del consentimiento de su Consejo 85 • 84 Cfr. canon 638,1 85 "Tale consenso e richiesto per i beni che cost1tu1scono il patrimonio stabile dell'istituto o di una delle sue parti (cf.c.1291) e per ogni operazione che comporti un rischio per questo stesso patrimonio. 130 Quanto alle operazioni che non riguardano il patrimonio stabile -prorieta, donazioni, reintroiti e redditi non ancora aggiunti al patrimonio stabile-, il diritto proprio deve prevedere quali permessi si devono chiedere, a chi, quando e come, secondo l'importanza e il valore diverso dei beni interessati. Oltre all'autorizzazione del superiore competente -che sara, per le transazioni importanti, il superiore generale- il c.638 & 3 esige ancora, perla validita dell'atto, l'autorizzazione previa della Santa Sede, se l'alienazione o la transazione comporta la somma determinata dalla Santa Sede come limite da non superare senza permesso. Abbiamo detto che ci si attiene oggi alle disposizioni del decretoCum admotae, n.9 (cf AAS 59,1947, 375-376)". BEYER, J., o.e., p.285.

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