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2. Procúrese con diligencia que sean idóneas para celebrar las acciones litúrgicas y para conseguir la participación activa de los fieles. 3. Las sacristías deben ser adecuadas y estar suficientemente provistas de ornamentos y utensilios sagrados. 4. Todo lo destinado al culto sea decoroso y conforme a las leyes litúrgicas, sin que ofenda a la pobreza y sencillez". Artículo 4: La administración de los bienes Los Hermanos Menores Capuchinos se encuentran en posesión de bienes y propiedades que "confiesan" no ser suyas, pero que manejan, así como el mismo dinero, sin dejar por ello de ser pobres interna y, quizá, externamente. Perdón, pero parece ser del género tonto, hacer como hacen algunos comentaristas del texto de las Constituciones, a saber, pasar rápidamente los números que reglamentan la administración de los bienes a uso de los capuchinos, propiedades o bienes, ciertamente eclesiásticos y, en cuanto tales públicos o sociales y mediante los cuales la Orden de Hermanos Menores Capuchinos cumple con sus propias finalidades de subsistencia y misiones apostólicas, caritativa...; provee a sus miembros de todo lo necesario para alcanzar el fin de su vocación 72 • Las normas contenidas en este cuarto artículo del capítulo IV de las Constituciones son elementales y un algo ajenas a la índole práctica de la sociedad a la que, se quiera o no se quiera, se pertenece, sociedad eclesiástica y sociedad civil. Ambas sociedades se alegran y celebran la existencia de los grupos, digamos puros, ya que se espera que éstos cumplan con lo que se desea y exige de todos: la atención primordial a los valores radicales de la justicia, en la posesión de los bienes y en la administración de los mismos, comenzando por el pago y entrega del sueldo justo, pasando por información de las cuentas bancarias y termi– nando con el sincero rendimiento de cuentas de gastos ordinarios y extraordinarios, previos los debidos permisos. 72 Recuérdese lo dispuesto en el canon 670 y en la constitución 61. 123