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cualquier forma de poder social, político o eclesiástico 52 • El punto 5 de la constitución 60 recuerda la dimensión apostólica de la pobreza de los capuchinos, pobres con los pobres, sirviéndose de los bienes materiales para la construcción de un mundo más justo. Dice el punto 5 de la constitución 60: "Vivamos en consciente solidaridad con los innumerables pobres del mundo y con nuestro trabajo apostólico, incitemos particularmente al pueblo cristiano a trabajar por la justicia y la caridad para promover el progreso de los pueblos". Mediante la pobreza interior y exterior, el capuchino se acerca no só– lo a Cristo, sino también a todos los pobres y enfermos de los que Cristo ha querido hacerse hermano, hasta el trance de identificarse con todos ellos 53 • Por eso: 52 Constitución 60,4. Escribe el padre GRÁNDEZ, R.M., o.e., p.123: "La pobreza exterior, o si se quiere las realizaciones de la pobreza, las proyecciones de la pobreza, está llena de extrañas antinomias (pobreza y cultura, pobreza y progreso inmanente de una colectividad...). Pero hay una pobreza inspiradora, que viene de interior -pobreza interior o pobreza del corazón-. Esta pobreza debe ser, como el amor, un hecho de una evidencia tal para la persona que nos deje sin escape posible. Sobre las realizaciones de la pobreza (pobreza exterior) podemos opinar diversamente, y comprobar con dolor que nuestros pensamientos no acaban de converger. Sobre la pobreza del corazón, sobran explicaciones. Es el hecho vital de mi propia persona, que se me impone con la misma evidencia de la vida. Uno sabe si ama o no ama, sabe si es pobre o no lo es". 5 ' Cf. Mt.25,35ss. Dice AUBRY, o.e., p.237 108 "L'opzione preferenziale, non esclusiva né escludente, a favore dei poveri (é) particolarmente connaturale a tutti quelli che vivono il consiglio evangelico della poverta e che sono chiamati ad amare, accogliere e servire i poveri "con le viscere di Gesu Cristo" (PC l 3e)" (CV19). Un vero consacrato si trova molto piu a suo agio con i poveri che con i ricchi; e se si trova con i ricchi, sara, a imitazione di Cristo, per ricordare loro senza blandizie che devono fare delle loro ricchezze un servizio al bene comune e particolarmente ai poveri (senza d'altronde dimenticare che questi ricchi sono spesso esposti ad essere "poverissimi" di valori spirituali, quindi bisognosi anche loro di salvezza). II compito dei consacrati qui é complesso e difficile. Da una parte, mandati ai poveri, devono aiutarli a uscire dalla loro miseria, tenendo gran conto del valore reale dei beni economici, necessari allo sviluppo dell'uomo e elemento di giustizia. Dall'altra, convinti del valore relativo dei beni materiali, devono educarli a sfuggire al fascino del possesso e del consumismo. Trasformare i poveri d'oggi in ricchi egoisti di domani sarebbe un triste risultato dello sforzo apostolico!".

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