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Francisco dejó a sus discípulos y el distintivo más característico del Hermano Menor Capuchino, escribe Pablo VI, "no es un hecho socioló– gico por el que los hermanos son impulsados a trabajar manualmente, incluso con ganancias, sino que es un compromiso evangélico que aceptan en sí mismos, y que no sólo implica una cierta inestabilidad y una inseguridad económica -para demostrar la máxima confianza que se ha depositado en la Providencia de Dios-, sino también un verdadero y sincero desprendimiento de los bienes temporales" 48 • La pobreza, preciada herencia de san Francisco a sus hijos, afirma el mismo Papa Pablo VI, "constituye una nota muy peculiar de vuestra Orden. ¿Acaso no es éste el motivo por el que los hermanos capuchinos siempre fueron muy gratos al pueblo cristiano, que está acostumbrado a verlos siempre sencillos, humildes, alegres, preparados diligentemente para aliviar las necesidades de los prójimos, principalmente de los pobres, de los enfermos, de los pecadores? Los hombres no piden de vosotros que contemporicéis ambiguamente con el mundo; exigen, por el contrario, que continuéis demostrando la grandeza de esta vida pobre, con cuya vista se sienten alentados para la esperanza de la vida futura. ¡Sed, pues, los guardianes de esta esperanza en el mundo!" 49 • La pobreza capuchina es también destacada por el Papa Juan Pablo 11, dirigiéndose a los ministros provinciales italianos en 1984: "Hoy el mundo descubre con sentido de nueva responsabilidad la presencia de los pobres. Pero tal descubrimiento se queda siempre a un nivel puramente teórico. Vosotros habéis elegido a los pobres: vuestras Constituciones están ahí para recordaros cada día cómo vivir las bienaventuranzas del Señor, "Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios" (Le 6,12). Las formas para identificarse con los pobres podrán ser diferentes, pero ellos serán siempre la parte preferida de vosotros y el condividir con ellos sus 48 PABLO VI, Carta del Santo Padre al Superior de los Capuchinos, Pascual Rywalski, La interpretación de la Regla de san Francisco corresponde a la Santa Sede, en Ecclesia, núm.1.716, 16 de noviembre de 1974, p.1493-1494. 49 PABLO VI, Al Capítulo de los Capuchinos,Sed guardianes de la esperanza en el más allá, en Ecclesia, núm. 1.717, 23 de noviembre de 1974, p.1533-1534. 105
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