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PRESENTACIÓN Sentido y alcance de esta Cronología Referencia para una Vida Este trabajo que presentamos no es la Vida del Padre Bernabé. Por mínuci oso que aparezca, no pasa de ser sino referencia para una Vida. Los datos, de lectura cargante, pueden prestar no pequeña utilidad a la hora de redactar una biografía con nervio, con aliento y vuelo. De entrada quiero disipar un malentendido. No deja de sor– prender que, al reexaminar la vida de nuestro querido hermano, se haya podido llegar a tanto detalle. No suele suceder esto en las vi– das de los santos, ni seguramente se podrá fiscalizar nuestra pro– pia trayectoria como para seguir, casi paso a paso, el curso de nuestros años. ¿Es que el P. Bernabé, en contra de su apariencia, era un hombre periodista de sus propios datos, maniático de su propia historia? Nada de eso. El P. Bernabé estaba bien lejos de la propia imagen y de cuidar su foto para la posteridad. Al P. Bernabé sólo le interesaban las almas. Escribía cartas -bastantes- por fidelidad espiritual; escribió en determinados. períodos intensamente a su director espiritual, el P. Antonino de Caparrosa, para darle cuenta exacta de su corazón y ponerse totalmente en obediencia; conser-· vaba unas pocas notas personales de sus años de estudiante. En su ancianidad, por consejo autorizado, accedió a tomar el bolígrafo y en silencio y oración hacer un repaso de su vida. Sí que era sorprendente el que de anciano conservara memoria fresca de determinados acontecimientos de su vida, pudiendo decir: Fue tal día. Pero he aquí que al llegar a Ecuador le tocó a él ser cronista de Gualea. Al redactar el Diario de la fraternidad nos ha dejado, de 5