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PORTAL Antes de tomar el vuelo para tierras mexicanas, el padre Javier Azcona dejó por ahí, como perdidas en una conver~ación de sobremesa, unas hojas póéticas que ·con fraterna licencia las entrego al ordenador. Háganse simpático regalo de Navidad. Javier es poeta. Lo sabe quien haya leído aquel cuaderno de peregrino que nos entregó después de sus pisadas por Tierra Santa. ¡Qué delicadezas no dijo de María junto a la fuente de Nazaret. .. ! Los poetas suelen tener ternura, que es el tacto·sensitivo del alma.debajo de las palabrás, y que está en los umbrales de la oración'. · Javier no es.un niño, a juzgar por los grises - yondulados• cabellos; pero ha buscado dentrode sí asu niño en las sombrasdoradas de su infancia. Hab.lando con la voz de la poesía, busca el centro de todo corazón: el mío, e/tuyo. Con los mismos versos lo dice en el portal de estas páginas: El alma se me escapa, huidera, en Navidad, por la pendiente suave de un viejo villancico en el que cabe, holgada y cómoda, mi infancia entera. Esta cuarteta, tan bien acompasada y elegante, con los demás versos del soneto son la introducción al poemariQ navideño. Baste de mi parte. Un vaso de buen vino pedía el piadoso Gonzalo de Berceo en mereci– miento por sus canciones aNuestraSeñora. Para ti, Javier, escribiendo desde esta sierra camerana, y de frente aNavidad, unas Mazapanes de Soto, que son los mejores del mundo. Laguna de Cameros, diciembre 1989 Fray Rutina María Grández. 3