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MUERTE DE SAN FRANCISCO Con los últimos pájaros del día en el cielo otoñal y azul volando, sobre el suelo se nos murió cantando el mendigo más pobre de la Umbría. Llevaba mucho tiempo que no hacía sino, por los caminos, ir llevando sus manos rotas y sus pies sangrando y su lento morir como podía. El juglar del amor y la belleza quiso morir desriudo, sin sonrojos, para dar testimonio de pobreza. Los frailes que rodean sus despojos tienen el alma llena de tristeza y quemados de lágrimas los ojos. 53