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Al fin fueron los jesuitas quienes integraron esta parcela dentro de .sus misiones del Mainas. Su método apostólico propi– ciaba el agrupamiento de• distintos clanes .. indios en pueblos o reducciones; estas conocieron un parcial éxito.' Cuando los misio– neros fueron expulsados en 1768 dejaban en nuestra zona seis poblados con 1.250 habitantes, atendidos hasta ese momento por dos misioneros. Habría que esperar un siglo de abandono evange– lizador hasta el retorno jesuita a quienes se encargó de nuevo la conocida como misión del oriente; el presidente García Moreno les dio su apoyo y en 1870 entraban los primeros misioneros; éstos dispusieron de plena autoridad aun en lo civil. , Sin embargo, esta segunda experiencia estuvo plagada de difi– cultades. Asesinado García Moreno en 1875, la situación de los misioneros se vio perturbada por la hostilidad de los comercian– tes mestizos, las autoridades de la nueva revolución liberal triunfante, las epidemias e incluso sendas sublevaciones indias en 1875 y 1892. Entretanto el antiguo vicariato o misión del oriente fue desmembrado en cuatro prefecturas o vicariatos encomenda– dos a otras tantas órdenes religiosas: dominicos, salesianos, franciscanos y jesuitas. En 1896 el gobierno decreta la expulsión de éstos últimos, todavía residentes en la provincia oriental; en 1913 la Compañía de Jesús renuncia a la misió,n y, al fin, en 1921 el Vicariato Apostólico del Napo fue confiado a los josefinos italianos. La población indígena del área quedó en su mayoría dividida en esa época de tres maneras. Muchos de ellos fueron capturados por caucheros y vendidos en los mercados de !quitos o Manaos; otro grupo estaba sujeto a las autoridades civiles a quienes tributaban en oro, o como trabajadores de obras públicas; por último estaban los deudores, sometidos en las haciendas y cuasi esclavos de sus dueños. Los josefinos encontraron 36 haciendas en su inmenso territorio de más 50.000 kms 2, pero como testificó uno de sus misioneros, ·"era imposible hallar una sola familia india libre en la cuenca del Napo hasta el Marañón" (Spiller, 116). Esa misión centró sus esfuerzos en el Alto Napo, donde se 7