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- satisfacción con el área de trabajo, 100%; - cuentan con tiempo necesario para llevar con normalidad su vida religiosa y su misión, 93%; - pueden trabajar la jornada completa sin mayor dificultad, 81 % - línea de acción pastoral más representativa de su actividad: evangelización, 44%; atención y formación integral del pue– blo, 31. Son respuestas suficientemente demostrativas del ambiente interno, a las que habría que sumar una general disposición para intercambiar actividades dentro de la misión cuando es necesario. 2.7. Finalmente dos acotaciones y una cuestión de importan– cia. Entre nosotros trabajan en la actualidad dos capuchinos suizos muy integrados con la misión escogida. Asimismo se puede resaltar el hecho de un progresivo interés entre los misio– neros por la formación permanente, buscando para ello los métodos más participativos. Otra cuestión de más calado son las nuevas prácticas entabladas con la Viceprovincia, no sólo para reforzar las buenas relaciones tradicionales, sino referentes a la libertad para intercambiar hermanos entre ambas y, sobre todo, como ya dijimos, ·a la unidad de esfuerzos en el campo de la formación de los aspirantes. Sin duda así se están asegurando las bases para una futura provincia capuchina ecuatoriana. 3. Gestos proféticos Sobre todos los posibles destaca con evidencia la muerte de Alejandro e Inés. No tanto por la radicalidad del gesto, del riesgo, de la muerte; mucho más por lo que tienen de consumación. Pues se trata del gesto final de un largo "gesticular", de una práctica misionera caracterizada por su defensa teórico-práctica del dere– cho de las minorías, por su opción del anuncio pese a los riesgos, por la elección de métodos pacíficos y oposición a los violentos, en fin, por la más real conversión o encamación a las costumbres indígenas. La muerte de los misioneros desató reacciones en 60