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integrarnos como una presencia más, no predominante, en esta naciente iglesia. Por lo demás, la vida fraterna ha estado, como siempre, enfocada hacia la misión; los frailes, por mor de la necesidad, hemos vivido en general de dos en dos, como en los primeros envíos franciscanos. Pese a todo, mantenemos algunas reuniones generales en el año y al menos una semana de convi– vencia-retiro. Para dar una imagen más exacta de algunos aspec– tos de la vida interna capuchina, nada mejor que recoger los resultados de la encuesta realizada en 1989-1990. Dinámica de la vida evangélica de la Provincia y su Misión. He aquí algunas constataciones: - · satisfacción con la obra, fraternidad o institución en la que realiza su trabajo apostólico, 100% (respuestas exclusivas de Aguarico); satisfacción con el trabajo que realiza, 100%; - lectura en común de los signos de los tiempos o discernimien– to apostólico entre hermanos para adaptar las acciones evange– lizadoras, 62%; - sensación de trabajo en equipo, 87%; - sensación de estar trabajando en un proyecto común capuchi- no, 93%; - vivencia común de valores capuchinos evangélicos y pastora– les, 100%; - transmisión pastoral de valores evangélicos sin explicitar los capuchinos, 81 %; - satisfacción por la renovación litúrgica en el trabajo apostóli- co, 66%; - interés por la formación de líderes laicos, 62%; - convicción de trabajar entre los pobres, 100%; - compromiso frecuente en acciones populares de paz y justicia, 74%; - número de hermanos que desean otro campo de trabajo, 0%; 59

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