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men de ius commissionis; la responsabilidad completa es de la Provincia .española que debe dar prioridad al compromiso misio– nero. Luego en la práctica no es exactamente así. además la Provincia, muy escasa de personal apropiado, se vio obligada a aceptar un nuevo campo misional en Méjico. Desde la ordenación de Alejandro en 1984, la misión· recibe tan sólo dos frailes de la Provincia y uno de la Viceprovincia ecuatoriana, mientras son tres .los misioneros que la dejan. Una de las prioridades que nos propusimos fue de alentar y posibilitar la pluralidad de presencias en el Vicaria.to. Desde antiguo hubo religiosas (nacionales o extranjeras), durante unos años también religiosos a cargo de la enseñanza; por fin los seglares llegaron en la década del 70, aunque fue siempre escaso su número. Ahora, además de promover el seminario y la forma– ción de laicos autóctonos responsables, intentamos multiplicar distintas presencias. Así han llegado sacerdotes seculares, nuevas religiosas y un mayor número de laicos. Los capuchinos pusimos a disposición de los sucesivos vicarios todas nuestras presencias, ofreciéndonos a retirarnos a cualquier lugar donde no haya otros pretendientes. El intento de pasar a ser unos más dentro de los misioneros no se hace en un día para otro; esto por dos motivos: no se dan con abundancia las vocaciones misioneras; tampoco está resultando sencillo a todos los religiosos dar los pasos prácticos necesarios para pasar de una iglesia local "capuchina" a otra pluriforme. Los Vicarios tienden a apoyarse en los frailes a la hora de organizar el Vicariato. En cualquier cosa es indudable el cambio producido en pocos años; se multiplicó el número de agentes misionales, así como se diversificó el estilo pastoral; los capuchinos somos ya minoría frente al resto. 2.2. Pero dediquemos siquiera unas líneas a algo que se considera una de las piedras angulares de la construcción eclesial, se trata del seminario entendido como referencia de formación para. una iglesia local naciente. Entre nosotros ha tenido una evolución bien peculiar. 53

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