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Este movimiento ha sido dirigido por una inteligencia ilustra– da indígena que, en general, se mantuvo independiente de los partidos políticos, de forma que los indígenas no tienden hacia los partidos como su referencia social o su representatividad, sino más bien hacia su organización. De esta manera el movimiento ha ido ganando un progresivo espacio político, autónomo, hasta conseguir forzar en los últimos años un diálogo directo con el Estado. El alzamiento indio de junio-1990 y toda la campaña sobre los 500 años de resistencia, marcaron el momento de mayor influjo de esos dirigentes y, quizá con ello, el mayor peligro de malversar esa cuota de poder por carecer de la experiencia necesaria. De todos modos, a partir del 88 consiguen logros oficiales importantes, tales como la Oficina de Asuntos Indígenas, la Di– rección Nacional de Educación Indígena y sustanciosas concesio– nes territoriales, sobre todo en la Amazonía. En los últimos tiempos los indios se debaten entre fuertes tensiones internas propias de la misma pluriculturalidad nacional; sienten un gran impulso étnico global que los empuja a la autonomía frente a cualquier intento de manipulación desde fuera, al mismo tiempo las carencias de sus militantes para afrontar con éxito situaciones socio-económicas y culturales enormemente complejas. 1.3. ¿Se puede describir en pocas palabras el contexto eclesial reciente? No sin ser parcial. Oficialmente Latinoamérica es el continente de la esperanza, si hablamos en números la base eclesial; aquí vive la mayoría católica mundial. Pero eso no tiene un reflejo proporcional en la dirección jerárquica romana. Ade– más los movimientos eclesiales más vivos originados acá, llá– mense comunidades de base, teología de la liberación, etc., han levantado no pocas sospechas en la curia central. 'Se ha querido reconducir de diversos modos esa explosión creativa de los años 60-70, no exenta de excesos por otra parte; la impresión genera– lizada es que ni siquiera se llegó a exprimir toda la riqueza de los documentos conciliares. Juan Pablo II ha visitado, repetidamente en algunos casos, todas estas naciones, proclamando un mensaje 50

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