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Asia urgían asimismo la concreción de una auténtica catolicidad en la Iglesia. En el Sínodo sobre la "Evangelización en el mundo contemporáneo" de 1974, una parte significativa de obispos considero insuficientes las tesis misionológicas de la adaptación o acomodación. Se pide más bien una teología de la encamación, autonomía para las iglesias locales y una cierta indigenización del cristianismo. Por fin, en la N Asamblea General del Sínodo de los obispos de 1977, el Cardenal de Manila, Mons. Sin, introdujo por primera vez la palabra "inculturación" en el recinto sinodal; Juan Pablo II la retomará en 1979 y en muchos escritos de la década de los 80. 1.5. ¿Cómo se sitúa la Orden y nuestra Provincia ante esas fuertes innovaciones de carácter global? Vista a distancia la época semeja una gran espiral de transformación histórica desen– cadenada tanto en la sociedad civil como en la Iglesia; se dio una concatenada ruptura de moldes sociales, estructuras, fisonomía tradicional. Entraban en juego los llamados signos de los tiem– pos, cosa nada clara de ver en semejantes condiciones; los signos aparecían y chocaban fuertemente entre sí; se abandonaban las prácticas tradicionales, se rompían lazos, la identidad parecía resquebrajarse; algunos religiosos perdieron la serenidad. Vea– mos, con brevedad, cómo aparecieron desafíos tan radicales que forzaban propuestas para la renovación e, irremediablemente, para la desorientación. La celebración del Capítulo General de 1966 es una referencia esencial para atisbar los inicios del cambio y el sentido de la renovación propuesta. Se atendieron y votaron cuestiones que afectaban muchas austeridades de nuestra legislación, todo el antiguo edificio de la observancia regular (la premiosa arquitec– tura del Manual Seráfico) parecía tambalearse; de forma que se imponían reformas legales internas. Por otro lado, al socaire de los documentos conciliares, Pablo VI alentaba· la adaptación de la Orden a los nuevos tiempos. El 8 de diciembre de 1965 quedaba clausurado el Concilio; sólo los años posteriores explotarán en buena parte las virtualida- 32