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2.3. El primer problema de las selvas amazónicas es el de las distancias y la dificultad de transporte. Los misioneros estaban instalados justo en un extremo de la república, frontera. con Perú; la comunicación con Quito, la capital, era extremadamente difi– cultosa y lenta. Después de estudiar diversas soluciones, se aceptó la más audaz y de mayor visión de futuro: construir pistas de aterrizaje para aviones de carga y pasajeros. No será necesario encarecer lo dificultoso de esta labor teniendo en cuenta el medio y la carencia de cualquier tipo de maquinaria. Ya en 1958 se terminó la pista de Rocafuerte; en enero de 1960 la de la recién abierta población de Francisco de Orellana o Coca. El Gobierno colaboró económicamente, la misión puso el tesón y el sacrificio. Fueron inauguradas, con la presencia de las máximas autorida– des, en agosto de 1960; la prensa nacional se hizo eco del acontecimiento cuando el Prefecto Apostólico hizo su entrega a las autoridades de la República. Hoy en día está fuera del uso la pista de Rocafuerte; en cambio la de Coca enseguida se convirtió en imprescindible para el rápido crecimiento del pueblo y hoy mantiene una creciente actividad. Se debe sumar a éstas, otras pistas de más modestas proporciones en Pañacocha, Pompeya y Puerto Quinche; la de Cuyabeno quedó sin terminar. Otra transformación introducida por los misioneros en el sistema de transporte fue el uso de lanchas de motor, imprescin– dibles para acometer tanto la acción pastoral de visitar con alguna frecuencia una población tan dispersa, como a la hora de impulsar las obras necesarias para nuevas residencias e instalaciones de promoción social. Para el año 1962 la misión poseía 1Ocanoas a motor y, enseguida~ un bote de motor central. Con todo ello quedaba todavía por vencer el reto de una comu– nicación entre las diversas presencias que fueron naciendo, casas en general a cargo de un solo misionero arrinconado a partes iguales por las necesidades más básicas y la soledad. Para mitigar el aislamiento y enfrentar ciertas urgencias, los misioneros echaron mano de una estación radial interna con equipos de emisión-recepción en la central de Quito y todas las 16