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2.2. Ya vimos cómo en esa extensión<le más de 28.000 kms 2 de selva y · ríos, no existía sino una residencia misional; en precario estado, además; Por otro lado, la población indígena vivía recluida en las haciendas o, ·minorltariamente, regada por las riberas de los ríos en grupos familiares. Todo esto planteaba parecidos interrogantes a los de la más antigua evangelización en estas tierras, ¿cómo llegar a una población tan dispersa? Eso sin olvidar que buena parte de ella estaba controlada en las hacien– das, la restante incontrolada en su vida seminómada, ¿habría que liberar a unos, reducir a otros? Junto a esto, los misioneros se asomaron al abismo cultural que . los separaba del indio; éste se mostraba como otro, difícilmente comprensible, casi irreductible en sus componentes culturales. Los recién llegados no pudieron entenderlos, mostraron ensegui– da un gran arrojo en su defensa, un invencible sacrificio en su acompañamiento, todo ello sin salir de su trinchera cultural. No vieron la posibilidad de un diálogo entre tan dispares posiciones, más bien consideraron la cultura indígena como un estadio infantil, poco desarrollado en casi todos los órdenes; unos seres, en suma, a los que era necesario proteger primero, luego ayudar, civilizar, hasta alzarlos a la adultez, a la autonomía, al diálogo. Civilizar, desarrollar, para luego misionar; hombres antes que cristianos. No olvidemos el encargo del gobierno, junto a las ideas domi– nantes de la época; el misionero como factor de civilización en un sentido bien determinado. Puesto que casi nadie entre la mayoría mestiza del país, menos aún entre su funcionariado, se prestaba a ocupar una región tan inhóspita; eran los misioneros quienes habían de cumplir con ese deber caritativo y patrio. Por ello, en esta primera etapa se dio un cumplimiento leal a las normas de la Iglesia y del Estado Ecuatoriano, de modo que al cabo de ella funcionaban con eficacia todas las obras de infraestructura exigi– das por el esquema común de una misión católica, según una concepción, si se quiere, •con sabor de presencia colonial. Veamos algunos · detalles de tal desarrollo. 15