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miraba la cosa con ojos de Delegado Pontificio y no con los ojos del pueblo. Y encontraba las causas de la poca religiosidad de algunos sectores populares en las grandes distancias entre las poblaciones y los centros religiosos, por una parte, ypor otra, en laprédica antireligiosa de la prensa sectaria. El grupo de católicosmilitantes através de la prensa, en las bancas del Congreso y en las Asociaciones nacientes, el Club Católico y, más tarde, la Asociación Católica de Buenos Aires, muestran que había el sustento de una base de fe que se extendía a las familias y a la sociedad. El mismo Ministro Wilde, en una diatriba contra Mons. Matera, a quien hace responsable de todo, nos da una valiosa infonnación al respecto: "Desde que ha venidoMatera tenemos los reclamos respecto de la ensef\anza...; tenemos las puebladas del bello sexo para impedir a los legisladores que cumplan con su deber; tenemos el Congreso Católico, las pastorales, los sennones, la anarquía en las familias, el malestar en la sociedad, la disolución de escuelas que estaban funcionando desde hace más de diez af\os ". Una sociedad en ebullición por causa demedidas sectarias, prueba que se trataba de una sociedad básicamente cristiana. Otra prueba de la fe popular la constituyó la fiesta de la coronación pontificia de la imagen de Ntra. Sra. de Luján, patrona de Argentina. Esta, promovida por el Arzobispo Aneiros y concedida por S.S. León XIII, tuvo lugar el 8 de mayo de 1887, y atrajo hacia el santuario una multitud de 40.000 personas, que rebasaron las posibilidades del templo (anterior al actual), obligando a una ceremonia al aire libre. Asimismo, la respuesta que va a tener el templo de Nueva Pompeya, comenzado a edificar a fines de siglo, nos va a confirmar en la seguridad de que el pueblo que constituía la trama invisible de esa Argentina que crecía, era profundamente cristiano y mariano. Acontecimientos Entre los acontecimientos que causaron fricción entre la Iglesia y el partido liberal en el poder, podemos citar: 1. La Pastoral del Vicario Capitular de Córdoba, Mons. Uladislao 5