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el ex Presidente Domingo Faustino Sarmiento. gran maestro de la masonería argentina; Juárez Celman, Gobernador de Córdoba y luego Presidente de la Nación desde 1886. Entre los líderes de la parte católica: José M. Estrada, Pedro Goyena, Manuel D. Pizarro (Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública), Tristán Achával Rodríguez, Miguel Navarro Viola, Nicolás Avellane– da, Rafael Igarzábal, Emilio Lamarca, Tomás Anchorena, Jerónimo Cortés, Joaquín M. Cullen y otros. Estos se organizaron alrededor de El Club Católico, fundado por Félix Frías en 1876, que luego se transforma en la Asociación Católica de Buenos Aires en 1883. Poseían varios diarios católicos, como La Unión. La Voz de la Iglesia, El Porvenir, El Católico, La Buena Lectura, y otros. Ambiente religioso No cabe duda de que la mayor oposición la recibió el liberalismo de la fe cristiana del pueblo. La inmigración había traído obreros socialis– tas, pero también había aportado la fe tradicional de los pueblos latinos, sobre todo de Italia y de España. La Voz de la Iglesia, uno de los periódicos de Buenos Aires, a propósito de la Semana Santa de 1883 mostraba cómo el pueblo, concurriendo en masa a los oficios religiosos y guardando un respetuoso silencio, había respondido a los que se empeñaban en descristianizarlo. La gente de las provincias era creyente. El Delegado Apostólico lo reconocía refiriéndose a Córdoba, a la que alaba "por la cultura científica de su antigua universidad... y el fervor de su fe católica y práctica de las virtudes cristianas". Los mismos opositores lo afirmaban de Tucumán, al decir que era "totalmente sectaria", por católica. El Delegado Apostólico, por otra parte, se admiraba de la indiferencia del pueblo católico en lo que se refería a la "cuestión romana", es decir, a la toma de los Estados Pontificios por el rey de Italia. Claro que él 4