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inserción en Quilmes, donde asistían al CEFITEQ. Finalmente a Mon– tevideo, donde asisten al ITUMS desde hace cuatro añ.os. Todas estas etapas requerirían un estudio más amplio y una evaluación. La reforma de los seminarios y de la formación religiosa y sacerdotal era algo que se estaba exigiendo a nivel de Iglesia. La búsqueda no fue fácil y exigió, como se ve, cambios y sacrificios. Al tiempo de escribir esta breve historia (fines de 1991), nuestros postnovicios están distribuidos de la siguiente manera: - Hermano Pedro Ruiz (diácono), acabando Teología; - Hermano Abel Miraglia (hermano laico, profeso perpetuo), per- feccionándose en Sda. Escritura; - Hermano Daniel Emmerich (hermano laico, profeso perpetuo), profesor de Biología, cursando esta materia en la Universidad de Buenos Aires; - Hermano Carlos Novoa (clérigo, profeso perpetuo), acabando Filosofía; - Hermano Roberto López (clérigo, profeso temporal), cursando Propedéutica. Se habrá notado que, tanto los hermanos clérigos como los hermanos laicos, se especializan en diversas materias, conforme a sus aptitudes vocacionales. Ha sido aceptada en ambas Provincias, Argentina y Rioplatense, la siguiente modalidad: Luego del Noviciado habrá un período de dos o tres añ.os, según los casos, dedicados a una formación intensiva de franciscanismo y de vida fraterna, excluidos del mismo los estudios acad~micos. Mientras estuvo el Colegio en Villa Elisa, los religiosos ejercían, además, las tareas pastorales, habiendo sido declarada la capilla sede parroquial el día 8 de diciembre de 1939. El primer párroco fue el padre Casiano de Goldáraz, que desempefió ese cargo hasta febrero de 1954, cuando lo sucedió el padre Ramiro Díaz (1955-1958). Desde Villa Elisa se atendían también otras capillas y otras poblacio- 43