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. Los Superiores de la Misión Capuchina argentina no veían con b~enos ojos esta institución, que no respondía al esquema de apostolado qcmvenido, les insumía gran parte del personal, impidiendo, por tanto, otras fundaciones pedidas insistentemente por los Obispos, y tenía a la Orden sujeta a extraños, los dueños de la institución, que ponían las reglas de juego. Esto no impidió que Euskal-Echea fuera considerado, y lo fuera realmente, hasta el día de hoy, uno de los colegios de mayor categoría por la disciplina y seriedad académica y por los profesores de sólida preparación que presidieron el rectorado y las aulas . ., También ejercieron, en su medida, el ministerio apostólico los religiosos allí residentes, tanto en la catequesis en el mismo colegio y en elcontiguo, femenino, de las Hermanas de Anglet, como ayudando a los párrocos o atendiendo capillas los días festivos. , Asimismo, durante muchos años, se unieron, con algunas religiosas de Anglet y laicos de ambos colegios, a las misiones que organizaba en la Patagonia la institución "Misiones rurales Argentinas", durante las vacaciones de verano. Algunos de los lugares misionados: Cholila, Paso del Sapo, Epuyén, 'El Bolsón, El Maitén, Calafate, etc. Como rectores o profesores de categoría podríamos citar: padre 13,uenaventura de Aizcorbe, padre Conrado de Adiós, padre Simón de Arrona, padre Fermín de Pamplona. El padre Camilo Luquin desarrolló un intenso trabajo extra-escolar, mediante la fundación de un Ateneo juvenil, en el que se cultivaba la literatura, el teatro, la critica cinematográfica. Entre los hermanos laicos que se ganaron las simpatías de todos: fray Miguel de Esquíroz, cuidadoso enfermero consagrado a los niños, y fray Doroteo de Arbizu, enfermero también y al cuidado de los comedores, siempre atento y servicial. Después de haber ido dejando las aulas, paulatinamente, en manos de profesores seglares, los religiosos retuvieron el rectorado, la prefec- 33
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