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Escribieron en ella desde el principio religiosos de afinada pluma, como los padres Juan de Guemica, Prudencio de Salvatierra, Mariano de San Isidro y una pléyade más hasta nuestros días. Delicados dibujantes como el padre Juan de Gaztelu y fray Fidel de Echávarri, la enriquecieron con deliciosas viñetas. La revista respondió siempre a un estilo popular y la gente la recibió con entusiasmo. Fue alma de ella durante largos años el padre Juan de Azpilcueta. Creemos que, de parte del santuario, fue otra mano tendida hacia el pueblo sencillo y devoto. Coronación de la Virgen de Pompeya El 20 de agosto de 1922 fue una de las fechas memorables del santuario, y lo fue de todo Buenos Aires en su dimensión cristiana y eclesial, a nivel de Obispado, clero y pueblo cristiano. Era la fecha de la Coronación Pontificia de la imagen del Rosario de Nueva Pompeya. Estaban presentes la casi totalidad de los Obispos del país, represen– tantes del Sr. Presidente de la República y del Gobierno, y el pueblo en una multitud enorme, gozosa, entusiasmada y conmovida. La coronación estuvo a cargo del Nuncio, Mons. Alberto Vassallo de Torregrossa, y el discurso a cargo de Mons. De Andrea. Si el santuario y los religiosos que lo atendían necesitaban una confirmación de que habían llegado al corazón del pueblo, la fecha de la coronación de su Patrona fue la más unánime respuesta. Nave de San Francisco y Patio de la Virgen Se acercaba el año 1926, con la conmemoración del VII Centenario de la muerte de San Francisco. Para entonces las dimensiones del templo se habían tomado estrechas para recibir a la multitud de fieles que acudían, sobre todo, en las grandes solemnidades. Era evidente que se hacía indispensable una ampliación del mismo. Fue entonces cuando se 26