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oficina de recepción, de bautismo y matrimonios, de misas y de la revista, el departamento de Misericordia y Justicia y el costurero de los pobres. Todas ellas, multitud a lo largo de anos, son las que han realizado el trabajo cotidiano, oculto, sacrificado, que ha hecho posible la obra del santuario en los que se acercaron a él. Pero el verdadero protagonista del santuario de la Virgen de Nueva Pompeya ha sido el "pueblo de Dios". Ese pueblo sin distinción de clases, que se unifica y se confunde en la misma fe en laMadre de Dios, en los mismos sufrimientos, en la misma esperanza de obtener una gracia de extrema necesidad: la salud, el trabajo, la unión de la pareja y de la familia, la paz interior. Para este pueblo de Dios se levantó el templo; por él y gracias a él continúa ejerciendo su función pastoral; y quisiéramos que desde ese pueblo fuera enfocada la tarea de la "nueva evangelización". La labor parroquial se centraba en: - El fomento de la devoción a Marta, como camino hacia su Hijo Jesús y al Padre. De aquílas devociones marianas de los Quince Sábados, la fiesta de la Súplica, la consagración de los nifios a la Virgen, el canto de un misterio del rosario con procesión en la tarde de los sábados, el canto de la Salve. - La solemnidad de los cultos según los tiempos litúrgicos: Advien– to y Navidad; Cuaresma, Semana Santa y Pascua. - Novenas de la festividad de María y de los santos patronos, como San Antonio, segundo patrono de la parroquia, y San Francisco. - El Santo Sacrificio de la misa, realzad() con la música del órgano, los coros y, en ocasiones, la orquesta. - La predicación, más que en la misa, en las novenas y misiones a lo largo del afio. - La administración de los sacramentos: la reconciliación, a la que se atendía permanentemente, y la Eucaristía. - La catequesis, a la que se daba una importancia primordial, apartir de las instrucciones y reglamentación de S.S. Pío X. Se organizó a la 24