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el campo, especialmente en éste, que prestó la mano de obra indispensa– ble y, en muchos casos, especializada. La afluencia extranjera alcanzó un ritmo vertiginoso desde 1880hasta 1890, desde los 50.000 inmigrantes hasta los 300.000 en este último año. La inmigración progresiva era un índice seguro de progreso. La crisis de los años '90 redujo drásticamente la inmigración y produjo el fenómeno "golondrina", de los que venían a trabajar y volvían a su patria de origen. La inmigración trajo, además, al país a gente que había luchado en Europa en movimientos de tipo sindical, de tendencias socialistas y anarquistas, que luego fundaron aquí las Asociaciones Mutuales, que se convirtieron más tarde en los primeros sindicatos obreros. 3. Década de prosperidad y crisis social Desde el afio 1880 a 1890 se produjo en el país, pero sobre todo en la Capital, una ola de especulación y optimismo, de lujo y desenfreno general. Unicamente la "inaudible clase trabajadora recibía jornales de miseria". Este estado de cosas produjo en pocos años una tremenda crisis que estalló en 1889. El costo de la vida se elevó enormemente, y la gente común y "todos los obreros estaban abocados al hambre". La miseria se veía en las calles de Buenos Aires. Los obreros comprendieron que debían unirse para luchar. Estallaron huelgas en todos los ramos de la producción y en los servicios públicos. En 1885 se fundaba la "Internacional de Carpinteros, Ebanistas y anexos"; en 1886 el Sindicato de panaderos; en 1887 la Fraternidad de maquinistas y ferroviarios. Todos pedían aumento de sueldos y reducción de las horas laborables. Más tarde, 1919, la exigencia de las ocho horas laborables originará los luctuosos sucesos de la "semana trágica". 11

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