BCCCAP00000000000000000001185

V. EL CONVENTO BAJO LA REVOLUCIÓN La revolución siguió a la ilustración, como la sombra al cuerpo. Con el agravante que lanzó sobre la penínsulala guerra y después la ocupación. Estos dos acontecimientos incidieron no sólo en la cultura, sino en la existencia del país, de sus gentes y de sus instituciones. 5.1. La guerra de la Convención (1793-1795) En estos añ.os bicentenarios de aquella guerra se han tamizado no poco los efectos de la Convención sobre la península, en especial, sobre los territorios limítrofes con Francia. Se analizan no sólo los efectos bélicos, sino la postura ideológica adoptada en cada región y casi en cada ciudad norteña frente a la ilustración y al cambio social. Todo fue bastante extrañ.o y fuera de la lógica. Fue una guerra poco clara para muchos militares y nefasta para teorizantes ilustrados. ¿Dónde se escondía el enemigo y contra qué se luchaba?. Era inaceptable la presencia bélica del ejército francés, pero se intuía que en Espafía tenían que cambiar muchos elementos del antiguo régimen. La guerra de la Convención llegó a Aragón y repercutió sobre sus tierras e instituciones, aunque no son muchas las noticias referidas a Borja. 5.2. La guerra de la Independencia Entre la guerra de la Convención y aquella de la Independencia existieron lazos estrechos, sin vacíos ni discontinuidad. La penetración ilustrada no conoció treguas ni pactos. La Iglesia sintió quizá más que ninguna otra institución el avance del nuevo régimen. Anselmo deLegarda descubrió a fondo la situación religiosa de Aragón al estudiar con excelente documentación a Miguel de Santander, obispo auxiliar de Zaragoza durante la ausencia del arzobispo Arce, nombrado Inquisidor General. Se trataría del personaje más representativo, acusado de senti– mientos filogálicos, tanto en sus visitas pastorales, como en sus sermones 49

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz