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campanero, que manejaba la pequeña campana conventual, con una estudiada diversidad de repiques, bandeos y tintines. Al mismo tiempo se convertía en reloj vivo para el pueblo. Unos cientos de religiosos vivieron este horario y esta disciplinada fonna de vida en el convento de Borja. Ahora bien, la vida del cenobio no tenninaba en la vida espiritual de los frailes. En ella principiaba y se nutría el ministerio; sobre todo, el culto en el convento yla evangelización en la ciudad y en la comarca borjana. Este ministerio de los frailes nos resulta bien conocido por las fuentes: a) El arzobispo de Zaragoza escribía a Felipe III en 1598: - procedían con gran edificación del pueblo. - no se dedicaban al confesonario. Este aspecto llamaba la atención, era reclamado en especial por los fieles yparece que en Borja renunciaron desde el principio a su vida eremítica y prestaron ese servicio al pueblo. - eranmuy provechosos para ayudar a bienmorir, que es "de los más principales institutos quellos tienen y de mayor beneficio para el próxi– mo". Esteministerio debe ser entendido en el contexto barroco de la buena muerte y de la salvación del alma: "Porque al fin de la jornada- aquel que se salva, sabe- y el que no, no sabe nada". b) Este ministerio de ayudar a bien morir debe ser entendido también en el contexto de una extensa pastoral sanitaria, realizada bien a domici– lio, bien sobre todo con enfennos pobres en hospitales y en rudimentarjos centros asistenciales; en tiempo de epidemias y pestes, en los lazaretos. Este aspecto queda corroborado en procesos de fundación de diversos conventos: Los aceptaban por ser maestros de espíritu y "por la inclinaº" ción y asistencia que tenían para disponer en la ora de la muerte la jornada de la gloria, que tanto importa su a~i_erto" 53 • c) El ministerio nonnal fue el de la predicación, tanto en la villa,bien escogidos o por al cabildo colegial, o por la ciudad, bien de forma libre y sin compromiso en la comarca. La predicación sería de tono mayor, así en 53 La expresión proviene de una súplica del ayuntamiento de Viana a Alejandro VII en 1661, pero era una nota extensible a toda la Orden. 36

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