BCCCAP00000000000000000001185

Esta y semejantes recomendaciones abrieron a los capuchinos las puertas de Aragón: He aquí la cronología de las fundaciones: Zaragoza 1598; Tarazona 1599, Calatayud 1600, Huesca 1602, Caspe 1605, Barbastro 1608, Alcañiz 1612, Épila 1621, Borja 1622, Ateca 1623, Fraga 1624, Aranda 1625, Ejea de los Caballeros 1629, Teruel 1631, Tamarite 1632, Albalate del Arzobispo 1634, Daroca 1634, Cogullada 1657 y Mallorca 1677 13 • En tomo a estas fundaciones podemos formular algunas observaciones dignas de ser tenidas en cuenta: * Todas se realizaron en villas y poblaciones considerables, siguien– do sin duda, la norma de los prelados eclesiásticos, a fin de que los religiosos pudieran atender a sus ministerios y ser ayudados con más facilidad por los fieles. * En ellas se dio el paso del eremitorio, incluso del tugurio, al complejo conventual, denueva planta y de inconfundible identidad, dentro de los límites de la pobreza franciscana 14 • * Las fundaciones se fueron repartiendo por todo el reino de Aragón: Once en Zaragoza, cuatro en Huesca y cuatro en Teruel. La preferencia por Zaragoza es evidente, pero normal. Esta distribución daría lugar con el tiempo a. fa creación de tres circunscripciones, llamadas Custodias, gobernadas por superiores subdelegados propios, y sometidos todos al ministro provincial. Es obvio que la distribución tuvo consecuencias a la 13 Esta lista se repite con frecuencia en la documentación, a veces con alguna variante mínima, quizá porque se tiene en cuenta el permiso de fundación o la construcción del convento. No contamos las fundaciones de Pamplona y Rentería, con las que se buscó la salida al mar a través de la bahía de Pasajes. 14 Debe expurgarse la historia de la frondosa leyenda, por ejemplo, sobre lamaldición lanzada por san Lorenzo de Brindis contra el convento de Tarazana y la destrucción del mismo. Véase C.DE ~ORBE, La antigua Provincia de Navarra y Cantabria (1578-1900). Tomo/Desde losorlgeneshasta la revolución (1578-1789).Pamplo– na 1951, pp.19-38, sobre todo, 29-32. Un ágil publicista ha vuelto en estos mismos días sobre el tema en una revista interna de los capuchinos; véase V.AZAGRA MURILLO, Maldecido por san Lorenzo de Brindis se derrumbó el edificio del convento de capuchinos de Tarazona, en OPI n.434 (1995) 483-484, donde defiende el carácter legendario de la maldición y de la destrucción. 13

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz