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412 Prólogo c. I c. II c. III c. IV c. V c. VI c. VII c. VIII c. IX c. X c. XI c. XII Pág. 3-8 8-33 33-51 51-56 56-58 59-72 72-78 78-99 99-113 113-117 117-120 120-127 Schema 1896 Elizondo Red. I 1897 Red. II 1897 Núm. Pág. Núm. Pág. Núm. 1-9 10-67 68-118 119-129 130-136 137-166 167-179 180-229 230-263 264-270 271-277 278-292 3-4 5-8 8-21 21-34 34-37 37-40 40-50 51-54 54-67 67-79 79-83 83-86 86-91 3-5 1-6 7-10 1-37 10-24 1-38 24-38 1-5 38-41 1-7 41-44 1-23 44-56 1-7 56-59 1-44 59-73 1-35 73-86 1-11 86-90 1-6 90-93 1-13 93-99 1-6 1-38 1-38 1-5 1-7 1-23 1-5 1-44 1-55 1-11 1-6 1-11 Const. 1643 Pág. h. 3v-4v 1-5 Núm. 5-26 26-45 45-49 50-52 53-67 67-71 71-89 90-103 103-109 109-112 113-120 1-6 1-38 1-32 1-4 1-5 1-20 1-4 1-33 1-22 1-9 1-4 1-11 Por lo tanto, el Schema de Andermatt tiene 292 números; la Re– dactio I, 232; la Redactio II, 229; las constituciones de 1643, 188. Sólo el Schema propone numeración progresiva de principio a fin. Los restantes textos la comienzan en cada uno de los capítulos. Las constituciones capuchinas de 1909 y 1925 siguen, en este punto, la trayectoria trazada por el renombrado ministro general. IV. CONTENIDO Llegados a este punto de nuestra investigación, nos adentramos ahora en el contenido de las constituciones de 1896. No en sí mismo, supuesto que son muchísimas las prescripciones transcritas literal– mente de los estatutos de 1643, en su traducción latina de Celestino de Wervik, sino en relación con éstos, para esclarecer los cambios, las supresiones y las adiciones que ellas presentan. Además nos interesa contemplar la evolución experimentada en los diversos es– quemas preparados, hasta llegar al definitivo, presentado a la santa sede para su aprobación.