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CUESTIONES CANONICO-·MOHALES SOBRE EL OFI.CIO DIVINO En el primero, un beneficiado hará suyos los beneficios que de él se derivan, pero todavía quedará intacto su deber de recitar en privado el Oficio. Si bi€n algunos se han mostrado indecisos (27), los autores, sin o c9n razones, comúnmente han admitido el adagio Chorus supplet, basados en que moralmente rezan el Oficio cuantos ejercitando los ministerios antes seña– lados u otros semejantes se ocupan en servicio del coro, el cual, una vez que le ayudan, canta al Señor también en su nombre (28). Sería, además, demasiado gravoso que los que por servirle se ven en la actualidad imposi– bilitados para rezar el Breviario, tuvieran que satisfacer después en privado a su obligación (29). Tal ha sido desde hace siglos la opinión de los autores, fundamentados para defenderla más que en textos legislativos, que en esta materia han faltado explícitos, en las razones expuestas, ante todo de orden filosófico y moral. La Santa Sede nunca se ha opuesto a esta doctrina casi unánime y hasta ia ha refrendado implícitamente para los Obispos. No pretendemos abarcar todos los casos que pueden acogerse a este prin– cipio, sfno tan sólo algunos más frecuentes y de mayor importancia. A) Los Obispos Dice el Ceremonial de Obispos que cuando van a celebrar misa solemne pontificia! después de Tertia conviene que comiencen esa Hora con el coro y que, mientras éste recita los salmos, se preparen para el santo sacrificio cantando al final el Oremus con que aquélla termina (30). (27) Por ejemplo, M. BoNACINA: Tractatus de Ho-ris Canonicls (en Opera Omnia, vol. I, An– iuerplae, 1654), dlsputatlo 1, q. 3', punctum 2, § 1, n. 13<, p .. 488; F. CASTMl>ALAO, s. I.: Opuil Morale (Lugduni, 1700), pars 2.•. tractatus 7, dts,p. 31, ,punctum 4, n. 6 s. (28) A. DIANA: Resolutiones Morales qAntuerplae, 1645), pars 2.•, tractatu~ 12, resolutlo 13; P. DE ARAGÓN: De Iustitia et Jure, (LUgdunl, 1597), q. 83, a. 12. p. 613; P. SPORER: T/ieOlngfa Moralis super Decalogum, vül. III (Venetils, 1755), De Horis Canenicis, n. 98; LFANDno DE MUR• CIA: Questiones selectas Rcr¡ulares y ExpO'Bici6n sobre la Regla de los Frailes Menores (Ma– drid, 1645), c. L- al e. 3 de la Regla,§ '2, n. 27, p. 1•612 s.; :C. LA CROr:r<: Theoloqia Moralis, vol. I (Ravennae-Venet!ls, 17,47), 1. 4, n. ,13'00, p. 444; 1SALMANTICENSE.S: Cursus Theologiae Mornlis, vol. IV (Matr!ti, 1710), tractatus i6, c. l., n. rn, P'- 202 (con los autores que alegan); S. ALPHON– stJs: Theologia Mora/is (ed. L. Gaudé), vol. II CRomae\ •1907), l. 4, n. 143, p. 565; L.- FERRAn1s: Prompto, Bibliotheca, vol. V (Matrit!, i795), ad v. Officium Divinum, a. :3,, n. 20; B. OJETTI: synopsts, vol. n .(Romae, 19•!1), ad v. llorae Canonicae, n. 23'15, col. 2111· s.; SERAPHTNUS A., LorANO-MAURUS A. G'RIZZANA: lnstitutíones Theolagiae Mora.lis, vol. lII (Taurlnl, 1937), n. 5:28, p. 703 s.; A. VERMEERSCH: Theol. Mor., vol. rnr, ed. 2.• '(¡Roma, 1927), n. 48, p. 54; Nor.mN-SCHMITT: summa Theologtae Moracts, vol. u, ed. 26 (Barcelona, 1945), n. 765, p. 701; T. ScHAEFER, o. F. M. Cap.: De Reltgtasts ad normam Codicts Iuris Canontci, ed. 4.• (Roma rn47), n. 1'205, 'P· 7118; TABERA-ANTOi'lANA-ESCUOERO, c. M. F.: Derecho de los Religiosos (Ma– drid, J9.48), n. 311, ¡p. ~80; A. BALLERINI-<D. PAI.MJERI, s. !.: Opus Theologicum Morale in Bu– sembaum meduUam, vol. 11v (Prati, 1891), n. 1518, p. 254. (29) T. SCHAEFllR: De Religiosís, ed. 4. 8 (Roma, 1947), n. 1205, p. 718. (80) Caeremoniale EpiMopol'Um, l.- 2, c. 7, n. 7 ~- -- 13

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