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Rasgos 1 ' v1zca1nos de San lgnacio por el P. ANSELMO DE LEGARDA La Autobiografía del santo de Loyola no llegué a leer ha:sta meses después de acabar de escribir· Lo Vizcaino en la Liforat'ura Cai– tellana (1). No puedo .menos de afirmar que en aquellas páginas hallé muchos bienes espirituales y ansias de mayor aproximación a San Ignacio, Pero, al propio tiem,po, se despertaron en mí recuerdos menos d.evo– tos, relacionados con escenas, hechos o fras.es de escritore,s castella– nos del tiempo viejo, recogidos en mi libro. San Ignacio, en múltiples ocasiones, obraba ·como el tipo vizcaíno auténtico o fing¡ido de la Literatura Castellana. Con el autorretrato de Iñigo, el "de bondad pobre", coincidían en varios rasgos los· di,. seños de vizcaínos trazados por la pluma de Cervante&, de Lope de Vega y otros ciento. . Pienso que no ,sonará a irreverencia hacer a,cotacione.l\ en la Autobiografía e ilustrarla con testimonios de autores p,rofanos, si– guiendo el orden de algunos capítulos de Lo Vizcalno• en la Litera– tura Castellana, y aun confirmando su doctr,ina. Vizcaíno.-ü1lificar de vizcaíno a San Ignacio no será motivo de e,scándalo para quienes conozcan la práctica de su época. El pro– pio santo aplicaba el vocablo a quienes evidentemente no .eran na– turales del Señorió. A él se lo daban los suyos, los de la Compañía. Cierto que dos siglos. más tarde a,quel uso se le antojaba repro– bable abuso al P, •Larramendi, quien, én su Corografía (2), recuerda: la anécdota de cierto guipuzcoano celoso de sus glorias: "Dijo un (1) Trabajo que en breve editará la «Biblioteca vascongada de los Ami'.. gos del ;F,a,is», (2) Ed. de Earce1oná, 1862, pág. 19.

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